Que al gobierno de Castilla-La Mancha no le importan el bienestar ni las
condiciones laborales de los trabajadores interinos de la enseñanza ya lo
sabíamos, lo demostró el gobierno anterior del Partido Popular y lo ha
mantenido este gobierno socialista.
Que desde el gobierno regional se ha intentado siempre
dividir al colectivo de interinos, es también una evidencia. El anterior
ejecutivo marcó la primera división: aspirantes sin experiencia, frente a
interinos con experiencia. La jugada le salió bien, ya que en plena crisis, con
el paro disparado, quitar a un interino de un puesto de trabajo para dárselo a
un aspirante sonaba a crear empleo. Esta división se forjó en aquel momento,
con el apoyo de la mayoría de sindicatos con representación en la mesa de
educación, con la honrosa excepción de STE-CLM, en aquel momento un sindicato sin
apenas representación en la misma.
Cuatro años después, ahora con
ejecutivo socialista, el gobierno ha conseguido dividir más aún al maltratado
colectivo de interinos de la región. La fórmula ha sido sencilla, mantener la dicotomía entre aspirantes e
interinos con experiencia, pero añade una más, permite al cuerpos de enseñanzas medias acogerse a notas de 2010,
mientras que lo impide para primaria e infantil. Los sindicatos esta vez no
han dudado en apoyar el pacto, debilitando una vez más al colectivo de
trabajadores públicos, más maltratado de la región.
De este modo, los docentes
interinos de la región nos tenemos que enfrentar, de nuevo, al peor pacto de reordenación de todas las
comunidades autónomas, uno que igual que el anterior fomenta el enfrentamiento entre aspirantes e interinos, y que nos expone a continuas rebaremaciones,
inestabilidad y rotación en los puestos de trabajo, eso sí, esta vez con el apoyo unánime de nuestros
representantes sindicales, que una vez más han demostrado por qué este
sindicalismo está llevando a la ruina a los trabajadores.
Desde la Asociación de
Docentes Interinos de Castilla-La Mancha no dejaremos de denunciar esta
situación y pedir a nuestros representantes sindicales y políticos que
rectifiquen, ya que la precariedad de
los trabajadoras y trabajadores de la Educación Pública, conlleva la pérdida de
calidad de la enseñanza de esta región.
Otros pactos son posibles: